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Mi hijo no me escucha - Coaching para adolescentes
"Mi hijo no me escucha"
Nuestros hijos están saturados de normas, esquemas de comportamiento, tipologías que deben seguir a rajatabla. En la mayoría de los casos, se les niega, o ellos lo perciben así, la posibilidad de plantearse si esos comportamientos o modelos impuestos son aceptables o no para su modo de vida.
Es bueno recordar, sin embargo, que en esta etapa se está acabando de dar forma a la personalidad del jóven. Esta tarea conlleva la necesidad de cuestionar absolutamente todo lo que le llega del exterior y con más interés lo que les llega de sus padres y modelos, hasta entonces indiscutibles. El cuestionamiento conlleva una oposición clara a cualquier tipo de imposición y esta oposición acabará, antes o después generando el conflicto.
Por otro lado, los padres, tutores, formadores, muchas veces entramos en la opción de pensar. Lo que me ha ocurrido a mi, no deseo que le ocurra a mi hijo o hija. Creemos reconocer en su vida, situaciones pasadas de las nuestras y creemos tener la solución a sus problemas. También muchos padres y madres viven en la confusión de no entender lo que ha ocurrido. Cómo de la noche a la mañana pasamos de ser los iconos para nuestros hijos a ser unos "ogros - dictadores".
En este conflicto de intereses, el coaching puede ayudar, tanto a los padres como a los hijos, a generar puntos de encuentro que faciliten el diálogo. Lo primero que debemos saber es, ¿A dónde queremos llegar? ¿Qué estamos buscando con nuestras actitudes?
Para buscar este camino es fundamental, tanto el autoconocimento personal, como "ponerse en los zapatos del otro". Solamente así descubriremos que nuestros intereses no son tan distintos, si no que son complementarios.
A través de entender estos objetivos, debemos ayudar a tomar responsabilidad de nuestra vida. Esto es lo que quiero y este es el camino para llegar a conseguirlo. Entonces, ¿qué quiero hacer a partir de aquí? Cuando llegamos al autoconocimiento, algo en nuestro interior nos impide quedarnos parados. Si sabes lo que quieres y no vas a por ello, entenderás que no puedes seguir buscando excusas, eres tú el que no haces lo suficiente por ti.
Los padres, dentro de este camino, deben acompañar al adolescente, haciéndole saber que están ahí, pero tamibén otorgándole la oportunidad de decidir. Digo decidir y no equivocarse, porque solamente con el paso del tiempo seremos capaces de ver si lo que hacemos nos lleva al lugar adecuado.
Cuando acudimos a la pregunta, ¿Qué quiero estudiar? ¿Qué quiero ser de mayor? entramos en un terreno de valores y creencias que han ido adquiriendo los jóvenes a lo largo de su vida. Será un modo de descubrir cuáles son mis valores y los del otro, no de imponer. A través de la decisión propia, el jóven entiende que es importante, que tiene capacidades y que se le está otorgando la fuerza para trabajar con estas capacidad y lograr alcanzar su lugar en la vida.
Al autoconocimiento le añadimos autoconfianza.
Para el desarrollo de su propia imagen es fundamental. la comprensión de los padres, así como su reconocimiento, con lo cuál como máximos referentes se hace necesaria una o dos sesiones con los padres o tutores, normalmente en el inicio del proceso y al finalizarlo para evaluar los cambios percibidos y resolver posibles dudas.
Cuando se le pregunta a un adolescente que quiere estudiar, o que quiere ser de mayor, que ambiciones tiene o hacía donde se quiere proyectar en el futuro, una respuesta bien reflexionada es lo último que se obtiene y no por falta de interés sino porque las preguntas normalmente están mal formuladas.
“Si tuviera que resolver un problema en una hora y mi vida dependiera de ello, dedicaría 55 minutos a encontrar la pregunta adecuada, y 5 minutos a la respuesta”, de Albert Einstein.
De ahí la importancia en formular las preguntas correctas, despertando el interés y ofreciendo comprensión. Si queremos lograr dar con el interruptor correcto solo podemos trabajar des de la Empatía, el respeto y la extinción de perjuicios o creencias limitantes. No podemos pretender que un adolescente hable o comprenda el mismo idioma que el de un adulto, justamente por que ambos atraviesan distintas etapas evolutivas, tienen distintas necesidades y diferentes fuentes de interés. Los Valores van cambiando a lo largo de la vida, no tendrás los mismos con 15 años que con 30, durante la adolescencia de puede sentir un enorme interés por satisfacer valores relacionados con el reconocimiento o seguridad del grupo o con la necesidad de ser comprendido, en cambio con 30 años los valores que pueden cobrar más importancia son los relacionados en el ámbito profesional, la ambición por aprender, por ser alguien o simplemente los relacionados con la familia y la estabilidad. Si no tenemos en cuenta estas significativas diferencias, de las que parecemos olvidarnos con facilidad, no podremos comunicarnos correctamente, ni orientar o influenciar en los jóvenes como desearíamos. Llegados a un punto de incomprensión entre adultos y adolescentes, si no hacemos nada para cambiar dicha orientación será cuando empiecen a surgir los primeros conflictos en el núcleo familiar, seguidos de comportamientos disfuncionales en el ámbito escolar, de desavenencias entre el grupo de iguales y finalmente puede confluir en una avalancha de problemas orientados hacia la propia persona, falta de autoestima, inseguridad, pesimismo, entre otros motivos que pueden llegar a situaciones aún más delicadas en el futuro.
Hay dos premisas básicas a tener en cuenta si queremos aprender a tratar con cualquier persona pero también en el caso de los adolescentes si queremos lograr buenos resultados: No insistir en aquello que no funciona y preguntar antes que afirmar.
Si queremos que nuestros hijos nos escuchen primero deberíamos aprender a escucharlos y a comprenderlos nosotros a ellos.
COACH OFICIAL C.B. AULA CULTURAL 2015/2016, DIV. HONOR FEMENINA BALONMANO

Es un placer comuninaros que vamos a seguir trabajando como Coach Deportivo Oficial del
C.B. Aula Cultural de Valladolid en la temporada 2015/2016.
Después de una temporada plagada de éxitos seguiremos trabajando juntos para mejorar estos resultados en la temporada que viene.
En la temporada 2014/2015 los resultados deportivos fueron:
- Sexta Plaza en la División de Honor Femenina, intentando, hasta el último partido entrar en competición europea.
- Semifinalistas de la Copa S.M. La Reina.
SERA UN PLACER SEGUIR TRABAJANDO CON VOSOTRAS
OBJETIVOS BIEN DEFINIDOS

Si entendemos el coaching como un proceso de auto-aprendizaje, este auto-aprendizaje no es más que un viaje.
Cuando comenzamos un viaje siempre debemos tener claro hacia dónde queremos ir, cuál es el punto de destino al que deseamos visitar. Ninguno de nosotros marcharía a una oficina de RENFE o de Iberia y pediría un billete hacia un “cualquier sitio”.
Sin embargo, al hablar de nuestras motivaciones personales, de nuestro desarrollo vital, solemos pedir esos destinos hacia ninguna parte. Esto ocurre cada vez que decimos “quiero cualquier trabajo que salga”, “quiero que aparezca alguien en mi vida”, “quiero tener una experiencia ilusionante”, “quiero tener un trabajo que me satisfaga”…
¿Qué resultado podemos esperar obtener de estas peticiones? Ninguno, o lo que es peor, cualquiera. De hecho no hemos pedido nada, no nos hemos enfocado hacia ningún sitio, no tenemos claro cuál es el destino al que vamos a llegar.
Al hablar de objetivos definidos, no estamos hablando de exclusión. De ir retirando otras opciones que pueden sernos válidas, no tanto en el objetivo final, pero si en el proceso. Es menos sencillo en la situación socio-económica que vivimos que alguien se enfoque, por ejemplo en la hora de búsqueda de un puesto de trabajo. Cuando hablas con gente con dificultades económicas, precariedad, su respuesta es… “cualquier trabajo”. Por supuesto, pero siempre teniendo en cuenta que ese “cualquier trabajo” no debe ser si no un medio, un paso para obtener su felicidad laboral. Solo enfocándonos en lo que realmente deseamos podremos llegar a nuestro objetivo final.
Para generar nuestro objetivo hay que ser conscientes de la situación actual, de cuáles son nuestros deseos reales, y sobre todo, de cómo podemos hacerlo lo más concreto posible. De lo contrario, nuestro barco encallaría o, lo que es peor, se perdería en un mar interminable.
Para que no encalle nuestro barco, el coaching es una disciplina que te facilitará la definición de tus objetivos profesionales, personales y laborales. En el próximo post comenzaremos mostrando algunas de las herramientas que pueden ayudarte a definir tus objetivos.